Etapa 8

ETAPA 8: SEGIREI-VERIN


Recorrido del trayecto = 29.42KM

Segirei – Verín

 El trayecto de 80 kilómetros en tres etapas, que han de recorrer los peregrinos por este camino que transcurre por tierras Lusas, Transmontanas, es una experiencia internacional inolvidable que ofrece este camino portugués. Las maravillas del paisaje, cultura costumbres, la hospitalidad de todo un pueblo, con sus gentes volcadas al paso de los peregrinos por sus calles, marcando huella en su interior, aupándolo con un ánimo de aliento hasta la internacionalidad de esta octava etapa, que parte de Segirei, último pueblo de Portugal ,para cruzar de nuevo la frontera al primer pueblo Soutochao, en Galicia (España), dos pueblos hermanos que comparten tradiciones, tan solo separados por un idioma y una frontera que a hecho historia entre ambas poblaciones.

La octava etapa internacional de nuevo sorprendiendo la diversidad del camino dentro del marco del Camino Portugués. Si hasta ahora la maravilla de bellezas, en las siete etapas recorridas desde Zamora, han deleitado al peregrino, lo que se avecina, ya e el broche de todas las demás. Esta octava etapa, además de internacionalizarse entre dos países, comparte conjuntamente ruta del Contrabando en dos idiomas, Rota do Contrabando de Segirei a Soutochao, compatiblea lo largo de los siglos, que recuerda tiempos históricos inmemoriales de los deambulantes de este camino, citados en página uno.

Lugares locales en Segirei, una Capela, un Forno de leña, un Muinho de agua ,una Fonte, recostada a un lado de la Rua principal, en el Centro del pueblo contempla el arranque de esta octava etapa dirección: España. Por una calzada del lateral derecho de la Rúa Principal, entre bodegas y huertos al regato que baja de Medelo continuando, la planitud del camino de tierra para dar alcance al primer desnivel del camino, por una senda de piedras sueltas y monte bajo escarpado. Con una subida pronunciada hacia el final de la misma se cruza monte a través la frontera, conjuntamente con la ruta del Contrabando. Así lo indican ambas señalizaciones, dando fe de ello los monolitos cuadrados de granito, mojones colocados por ambos países a lo largo de la frontera en 1864, con motivo de la definición de la raya entre ambos países. A una cara la P de Portugal, a la otra la E de España que nos orienta en qué país nos encontramos. Las otras dos numeraciones son una de referencia y punto Geodésico del lugar. Continua la subida, al final de la misma de nuevo la naturaleza se exhibe, a las puertas de Galicia. Allí se encuentra un área recreativa en el entorno de un paraje natural, con una espectacular cascada de fondo. Echando un vistazo atrás se divisa al fondo Segirei, allá en lontananza Edral, Ferreiros, Sandim y una gran parte del camino recorrido en la etapa anterior. Habiendo superado las rampas y dificultades más duras de este Camino Portugués de la Vía de la Plata, la ruta continua con una subida suave y prolongada, dando indicios de lo que va a ser el trayecto del camino hasta Santiago. Continuando el recorrido por una senda ecológica, entre arboleda y exuberante vegetación, que discurre por el torrente del río serpenteando el cauce bajo pasarelas de madera hasta los dos primeros molinos de agua sobre el río, restaurados. Continuando hasta el tercero, se cruza una pasarela de madera a la izquierda, que da acceso a tomar la carretera, durante unos ochocientos metros de asfalto, que transcurren por una rivera de prados por la derecha de la carretera, y de castaños por la ladera izquierda. Nuevamente se desvía a la izquierda por la subida de un camino de tierra, siendo recibido el peregrino entre cientos de templarios castaños milenarios, de enormes dimensiones difundidos en estas tierras por los griegos, y posteriormente por los Romanos, que bien vale la pena hacer un alto en el camino para poder contemplarlos con detalle. Continuando la ruta entre castaños a un lado y al otro del camino, hasta avistar Soutochao, primer pueblo del recorrido de esta etapa y de Galicia.

La entrada a Soutochao se hace por un camino de empedrado rústico, que del mismo modo se encuentra emparedado a ambos , desembocando en la calle principal, larga y tendida que vertebra el pueblo de Sur a Norte.

El pueblo está salpicado por cantidad de árboles frutales, huertos, y rodeado de una masa de frondosas que fueron vitales en la alimentación humana durante siglos, y sigue vigente en nuestras vidas como son los castaños, que dan origen en términos latinos al nombre de Soutochao, “suelo de Castaños”, un fruto que tiene como homenaje desde tiempos inmemoriales fiesta del Magosto, el día 11 de Noviembre de cada año “Festividad de San Martiño”. Coincidiendo con el proceso final de la recolección de los castañas, para dar paso a la tradición que consiste en asar las castañas en una hoguera de leña, acompañadas de vino tinto y la célebre Queimada de Orujo. Hoy día, con la mejora sustancial económica, se le añaden sardinas asadas, churrasco y chorizo.

Antes, durante y después del recorrido al paso por esta localidad, el peregrino se ve inmerso por una densa masa de castaños, que caracteriza esta frondosa, al pueblo como productor número uno de castañas en la península, en cantidad y calidad, dentro de su término local. Dispone de la Cooperativa de castañas Atixola, cuyo nombre proviene de un asador de castañas.

Lugares de interés local , dos hornos de leña, una fuente, el templo de Santa María, del Siglo XVIII, con un retablo tallado en madera de Nogal, de la misma época, y de un supuesto valor. En el que se venera a la Virgen María Nuestra Señora de los Remedios el día 8 de Septiembre de cada año.

El siguiente pueblo del recorrido de esta etapa es Lamardeite, y el trayecto que se para a ambas poblaciones es de 3.7 km, que son todo un vergel de castaños y vegetación de ribera.

La salida de Soutochao tiene lugar por un camino de tierra, a continuación del final de la calle principal, un descenso hasta la ribera del río, encauzado entre paredes rústicas de piedra en todo el recorrido que cubre Soutochao y Lamardeite, que discurre entorno al faldón del monte Acorbaceira, poblada por densas masas de castaños en su cara Este. Por la derecha nuevamente se contacta con la ribera del río, que da acceso a la cascada, que tanto deleita a los peregrinos a su paso. Y a de acompañar al andante exhibiendo su poderío de ribera con exhibición de enormes prados y abundante vegetación, interponiéndose a la misma Fresnos, Robles, y Elisios durante el trayecto del recorrido hasta Lamardeite, donde el peregrino es nuevamente recibido por enormes Castaños milenarios y bodegas que acostadas en la ladera de un montículo, guardan los lugareños el vino entre otras cosechas agrarias, por la derecha del Camino, una estampa del pueblo y la Capilla donde se venera a la Santísima Trinidad. En la izquierda una gran parte de casas dispersas, por medio, la fuente que honra el nombre de la patrona Santísima Trinidad: Antaños Charco das Arras: lugar de nacimiento del río que a su llegada a la frontera Portuguesa forma las cataratas que dan belleza a la cascada, afluente del río Mente. Con los prados que conforman el camino y a la plaza de la Amistade, se deja atrás Lamardeite, tomando el segundo camino de tierra por la izquierda en la subida a tomar la carretera OU-310, espina dorsal de todo el municipio de Vilardevós, comunica esta zona desde Portugal con la Autovía A-52, Rías Baixas y Verín. Unos doscientos metros por carretera para desviarse a la izquierda por un camino de tierra, sinuoso pero descansando, se accede a la encrucijada Salto do Cabalo, sitio en la travesía sito en la travesía de de la Sierra de Penas Libres.

Desde el profundo encajado Río Mente, la madre Naturaleza ha ido elevando paulatinamente el camino a lo más alto del trayecto, Zamora-Santiago, en la sierra de Penas Libres, de 941 metros de altitud, donde el peregrino desde la dominante altura atisba a lo infinito por doquier. Desde la dominante altura de la sierra de las Penas Libres, que además de ofrecer al peregrino unas bellas vistas óptimas, define muy bien la geografía de dos zonas bien distintas, la Transmontana y la de la Comarca de Monterrey. La Transmontana se define por un conjunto de montañas con profundos valles, vertebrados por ríos encajados que desde las alturas se contempla como un valle de labor lleno de surcos en vertiente de Este a Sudeste. La comarca de Monterrey tiene como definición un escalonamiento de falsos llanos que dan origen a la planitud al fondo del valle de Verín, vertebrado por el Río Támega.

La Sierra de las Penas Libres no solo es relevante por su elevada cota de altura de 1052 metros, tiene otras propiedades como han sido las canteras de granito empleado en la construcción de Iglesias, puentes, fuentes palacios emblemáticos, casas y lápidas, que después de los siglos conservan los esculpidos y las cinceladas del labrado por los canteros de la época. En la actualidad está poblada por una densa masa forestal de pinos, en su vertiente Norte, tupida por un robledal salpicado de pinos y algún acebo.

Dejando atrás las bellas vistas de los páramos quebrados de la zona Transmontana, para adentrarse en la Comarca de Monterrey , y se hace desde la cumbre de la sierra divisoria de ambas zonas por camino de tierra conocido en el lugar como “A Atallo”, en bajada entre robles y pinos. Se divisa el altiplano de Vilardevós, al fondo la planitud de la Encomenda, se contacta con la ribera de Vilardevós, cruzando por el lugar donde nace el río Barxa, que riega toda la pradería de la ribera. A la izquierda la ladera Norte e la Sierra representa uno de los robledales más grande de la comarca de Monterrey, a Carballeira de Penas Libres, de 40 hectáreas. Agradable de ver en cualquier estación del año. La bajada de este camino de tierra toca su fin topándose con la carretera OU-310, que se a de tomar a la izquierda durante unos ochocientos metros, para desviarse a la derecha pasado un pequeño puente, por un camino que discurre entre retamas, tojos, zarzas y algún castaño, para adentrarse en Vilardevós a través de la calle Souto, que a su vez conduce a la calle que vertebra el pueblo, Eloy Luis Andre, en la que se ubica un cruceiro que da origen al nombre de la Plaza. La Iglesia Parroquial de San Miguel Ancargel, del siglo XVIII. La Casa Rectoral, lo contemplan. Vilardevós, además de ser Concello administrativo de 29 pedanías, cuenta con un centro de interpretación do Contrabando, Museo da Oliveira, y Casa da Cultura, en un edificio municipal en el que en sus dependencias debería dar posada a los peregrinos. La arquitectura es tradicional de la zona en piedra de granito de las canteras de la Sierra, con escaleras por fuera del mismo material, con barandilla de forja. Se sale de Vilardevós. Una vez más se cruza la carretera a través de un área recreativa, buscando el camino de tierra paralelo a la carretera que conduce a la ermita de San Roque e Montpellier. En esta pequeña ermita con cobertizo y columnas, este peregrino oriunda de Francía tenía la virtud de curar a los enfermos. De ahí su canonización. Vivió entre 1295 y 1327. La festividad de San Roque tiene lugar el día 16 de Agosto de cada año.

Se cruza la esplanada donde se ubica la ermita y a través del pinar se toma na pista forestal asfaltada unos doscientos metros por la misma, para desviarse a la izquierda por un camino suave que desemboca en la pedanía de Santa María, pequeña, pero con sus grandes casas de Labranza. La Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, con un atrio antiguo. Se cruza la Encomenda, el escalón del altiplano entre la Sierra de Penas Libres y el Valle de Verín. Camino plano y bueno de andar con distancias muy cortas entre pueblos, como el que conduce al siguiente pueblo de Trasigrexa, un camino ameno y entrañable de tan solo ochocientos metros. Por el camino de la misa entre robles y retamas, cruzando la carretera que custodia el camino desde Portugal y se encuentra Trasigrexa señalar en el centro, la fuente y el lavadero. Se pasa entre huertos y al lado de la capilla de San Miguel, con su campana diminuta. Se serpentea de nuevo la carretera para salir de Trasigrexa, por el camino de tierra paralelo a la derecha de la carretera hasta la encrucijada de la Gandariña, donde no hay más remedio que compartir el camino con la carretera OU-310, durante unos ochocientos metros y nada más cruzar un puente pequeño sobre el Regueiro das Quintas de Santa María. Hay que desviarse a la derecha por un camino asfaltado que lleva a la pedanía de la Devesa, donde se cruza al lado de la capilla de San José. Se continúa por el camino asfaltado dejando a la derecha la Devesa, para buscar a una escasa distancia, la pequeña pedanía de Hospital, con su Iglesia Parroquial de San Pedro de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén. Dicen los lugareños que en la edad media se ayudaba y daba cobijo a los peregrinos. Continuando dirección Osoño y a escasa distancia, se puede ver un pequeño descampado con tres cruceiros juntos en línea. El central con altar donde se celebran misas de campaña, desde este lugar las vistas son fantásticas.

Cruzando la pradería, en seguida se topa con las primeras casas de Osoño, se adentra por su calle principal en la cual se encuentra la antigua escuela, hoy carpintería Escuela; lavadero y fuente. No podían faltar como en todo el camino desde Zamora, el Horno comunitario, donde hay que desviarse a la izquierda por una calle cercada por lajas de piedra, eucaliptos, robles, fresnos, zarzas y Tojos. Saliendo de la pedanía de Osoño es donde se inician las vertientes que unen el altiplano de los municipios de Vilardevós, con el valle de Verín. Queda por cruzar la última pedanía del municipio Abemposta, que se ha de atravesar por su parte longitudinalmente hasta cruzar la carretera, al lado de una de las casas más antiguas de la zona. “O Mesón”, que se queda a la izquierda del camino donde vuelve a ser de de tierra. Éste transcurre a través de nuevas plantanciones de castaños hasta el balcón de la Atalaya, Asmeriñas, lugar dominante del valle de Monterrey (Verín), y en lontananza, se puede atisbar los tres puntos geográficos más altos de la comarca, en el sentido de la ruta a la izquierda la sierra de Larouco, 1420m de altitud. A la derecha Peñanofre con 1220m, y por medio la sierra de Meda con alturas de 1180m. La cual acompaña al andante de monte por su cara sur, por la que el peregrino ha de peregrinar buscando el altiplano de Xinzo de Limia.

Se deja atrás el municipio de Vilardevós, para adentrarse en el de Verín a través del descenso del balcón de la Atalaya, por un camino con firme de sábrago que transcurre en descenso entre moles de granito y canteras de la misma materia prima. Arropadas por una densa masa forestal de pinos. Al final del descenso se toca nuevamente la carretera OU-30 , que viene acompañando al camino desde Portugal. Se toma a la izquierda para cruzar la autovía Rías Baixas, A-52 y desviarse a la derecha, por un atajo, a conectar con la localidad de Avedes, situada al final del descenso en conexión con el valle y Verín, a través de la carretera OU-310. Nada más tomar contacto con la carretera hay que desviarse a la derecha, teniendo que atravesar el pueblo por la calle de Cruceiro y la Iglesia de Santa María de Ábedes, que se deja a la izquierda. Se toma la calle Principal y al final de la misma, un camino de tierra a la izquierda conduce directamente a conectar con el último tramo que se ha de hacer por asfalto a través de la carretera OU-310, que adentra al peregrino en la Villa de Verín.

Una localidad que, aunque sin acceso al Atlántico, es una tierra de agua pues la riqueza fluvial de aguas termales hacen que el peregrino que llega a Verín a través de este camino sea recibido por las aguas termales y minerales de Sousas. A partir de aquí el itinerario es recto dentro del casco urbano, por la avenida de Sousas hasta la intersección de la N-525, que ha de acompañar caminante en la peregrinación a Santiago. Se toma a la izquierda, dirección Orense por la calle Luis Espada, que vertebra a la Villa y que una vez cruzado el puente sobre el río Támega a 100m, a la derecha en la casa del Escudo, se encuentra el punto final de esta octava etapa Segirei-Verín.

 Casa noble do Escudo. Albergue de descanso del peregrino después de haber finalizado una de las etapas más bellas del trayecto Zamora-Verín de 313 kilómetros de recorrido en 8 etapas. Desde 23.6km a 32.27km, por un camino insólito, recuperado del abandono por Grupos y Asociaciones de caminantes con alguna Administración local. Amantes de este camino que han contribuido desinteresadamente en la señalización del mismo en el trayecto de Zamora-Verín, basándose en la tesis de que quienes opten por hacer este camino, lo puedan realizar con absoluta normalidad y sin pérdida.

Un camino reconocido por quienes lo anduvieron como uno de los tres más bonitos que llegan a Santiago. En el que reina la hospitalidad de sus gentes, siempre con un don, una palabra de aliento al paso del peregrino.

Un camino en el que el agua es de nuevo protagonista en esta etapa. Las aguas termales y minerales de Sousas, Fontenova y Cabreiroá hacen que Verín sea especialmente conocida ésta pequeña ciudad gallega en el suroeste de la provincia de Orense. Amén del Castillo de Monterrey y su Parador Nacional o las iglesias de La Merced, Iglesia Mayor y la Ermita de San Lázaro.

Entre relieves montañosos y en el corazón de la fértil comarcal del Valle de Monterrey, se ubica la Villa de Verín. Surgió al pie de una importante fortaleza medieval y constituye uno de los principales núcleos urbanos más prósperos de la provincia.

El Valle vertebrado por el Río Támega donde abundan los cultivos de Viñedos, que proporcionan los famosos caldos del vino con denominación de origen de Monterrey.

Esta es la información que disponemos de las memorias redactadas acerca de este camino de Santiago Portugués de la Vía de la Plata, ya que el objetivo de dichas informaciones es mostrar a todo el mundo la belleza de este camino, al más alto nivel, que poseen estos estremecedores paisajes, por donde discurre el Camino, en los cuales deseamos a los estimados lectores y amantes de la peregrinación, que le sean de una gran utilidad.