Etapa 2
ETAPA 2: ALMENDRA-BERMILLO DE ALBA
RECORRIDO DEL TRAYECTO = 33KM
Plaza de Almendra del Pan, donde recorre el trayecto hasta el Campillo – San Pedro de la Nave, un camino de tierra y algo pedregoso (sin pérdida) que ofrece los primeros desniveles de lo que será la nueva etapa.
Al final del casco urbano se sitúa una de las joyas de la arquitectura Zamorana: an Pedro de la Nave, una Iglesia visigoda del Siglo VII, en 1930, trasladada piedra a piedra desde su original emplazamiento en la margen izquierda del Río con motivo de la construcción del salto hidráulico de Ricobayo, que se llevó por delante pequeños núcleos de población a lo largo de 62km, entre ellos pública y San Pedro de la Nave. El monumento invita a una parada y contemplación de tan bello ejemplo arquitectónico, declarado Monumento Nacional en 1912.
El camino continua siguiendo las flechas amarillas, hacia Muelas del Pan, arrancando paralelo a un regato que obliga a desviarse para salvar la cala del embalse del Río Esla, y discurrir por el Monte Víboras, un valle domina por densos bosques de Jara que en primavera exhiben todo un espectáculo de olor y color blanco, salpicado por encinas a un lado y a otro del camino, donde comienzan a aflorar las primeras formaciones graníticas que cada vez son más frecuentas y aumentarán en magnitud.
Este trayecto destierra la uniformidad de la primera etapa para mostrar alguna cuesta empinada que ralentiza el ritmo a los caminantes. Aparecen las primeras casas de Muelas del Pan, hasta donde se accede cruzando la Carretera N-122. Para los seguidores de la estela Compostelana, pueden visitar la Iglesia de Santiago Apóstol, de Muelas del Pan. Ofrece detalles intresantes. Un retablo de la Escuela de Juan de Montejo del Siglo XVI con secuencias de la vida del Apóstol.
El camino llevará al Caminante hasta Cerezal de Aliste, pasando por Ricobayo de Alba. El enlace entre Muelas y Ricobayo discurre por la carretera Nacional 122, atravesando el entramado hidroeléctrico de la presa, desde cuyo puente se observa el Cañón del Río Duero. Nada más cruzarlo, a la izquierda (a unos 200 metros) puede observarse una pequeña imagen de Santiago Apóstol guardada en una hornacina incrustada en la pared. El poblado del Salto muestra la importancia de la magna obra hidráulica, que a partir de los años treinta, obligó a asentarse a cientos de operarios en la zona. De ahí surgió el poblado, situado entre Muelas y Ricobayo, donde puede visitarse la Iglesia de Santa Eulalia. Tras el paso por el casco urbano, se recupera el contacto con la naturaleza para llegar hasta Cerezal, atravesando uno de los parajes más bellos de la zona.
Si hasta aquí el camino es un regalo para el disfrute del caminante, lo que viene por delante se aventura aún maś grato para la vista. En seguida aparece de nuevo el embalse de Esla, que preside buena parte de esta segunda etapa salpicada de lomas y paisajes de monte bajo con algo de arbolado. Las moles de rocas de granito predominan al principio entre jaras y escobas, asomándose elementos de la arquitectura tradicional, como el chozo del pastor, que se puede observar desviándose unos cien metros a la derecha en la vía Portuguesa.
A lo largo del recorrido se pueden observar en el suelo huellas de fauna salvaje que campa en libertad por esos pagos. La de más relevancia el Jabalí, corzo, zorro; de reptiles culebras y lagartos; de anfibios sapos y ranas; de aves, cigüeñas, águilas, alcones y perdices, entre otras que acompañan al caminante con sus cánticos a lo largo del camino. Toda la cadena de fauna terrestre, refugiada entre los parajes de sierras que se van atravesando a lo largo del camino. Hacia la mitad del camino, se cruza la antigua carretera de Villaflor, y más adelante el caminante pasa de soslayo por la mayor reserva de alcornoques de Castilla y León, y la tercera de España. Es el sofreral de Cerezal, una masa arbórea única en la provincia de Zamora, a la que se reconoció con la creación de un Centro de Interpretación. Al paso de la arbórea Alcornocal, a la que sigue un área recreativa, cruzando un modesto puente de granito, con una fuente denominada en la zona “Sedilla”. Enseguida el pueblo de Cerezal, pudiendo visitar el Centro de Interpretación del Alcornocal, asentado en la antigua casa parroquial. Al lado del edificio se sitúa la Iglesia de San Justo y San Pastor, donde puede contemplarse una pequeña imagen de Santiago a Caballo, del Siglo XVIII, con un retablo de la misma data.
Hacia el último tramo de esta segunda etapa que acaba en Bermillo de Alba. El camino de unos 7 kilómetros, discurre casi en su integridad entre robles, por la senda abierta entre el arbolado. Una etapa larga que concluye con la llegada a Bermillo de Alba. Una etapa bella y gratificante, bastante recomendable. Todo un descubrimiento. (33 km).